Técnica facilitada por:
Transformación Arquetípica Esencial
La mente del Ser
Humano, tiene en sí misma su propio akásico, pues desde los orígenes del
hombre, el Ser ha tenido que producir importantes transformaciones, a través de
irse adaptando a su propio avance evolutivo. Cada transformación producida,
arrastra el recuerdo de aquello que fue, ese recuerdo, al que reconocemos como
pasado, representa el importante registro akásico, que no es más que la
Sabiduría adquirida. La Conciencia Colectiva Humana, no deja de ser, como ya
sabemos, un reflejo del propio Cosmos y de las entidades espirituales, que por
la Ley de la Correspondencia – lo que es arriba es abajo – están siendo
manifestadas en el mundo de la materia.
Es por tanto,
cualquier naturaleza expresada, una forma de manifestar una esencia, cuya
procedencia pertenece a un plano superior.
Debido a que nos
adentramos en la Vida autoconsciente, la responsabilidad última, pertenece al
Ser del que emanó esa fuerza, es decir, dicha forma de expresión.
Aquí alcanzamos la
conciencia, de que la responsabilidad en todos los planos, es la que otorga
verdaderamente el poder bien conducido y lo pone al servicio del Todo.
En este caso, el
arquetipo que en estos momentos más profundamente está provocando el gran dolor
en todo nuestro Universo, es este karma de un aspecto mente del Logos, cuya
arrogancia, soberbia, falta de empatía e insensibilidad, ante los sentimientos
del Corazón, están potencialmente condicionando toda expresión de Vida en
nuestro planeta Tierra.
Nos referimos a la
mente instintiva, esa que sólo vive a través del absoluto control, que su
instinto de supervivencia se basa en imponer su ley más que en compartir su
experiencia. La misma que es incapaz de respetar a la mujer, como máxima
portadora y exponente del Corazón Universal, representado cósmicamente por la
Madre Divina.
Esa mente que es
capaz de vejarla, utilizarla, tanto a Ella como a la Esposa e Hija.
Es ese aspecto de la
mente que autocontrola todo, que prevalece en la mayoría de hombres y mujeres,
que lleva a los hombres a endiosarse y a ellas, bien a imitarlos o bien a
reverenciarlos, por miedo. Sólo una minoría de la humanidad, ha sido capaz de
despertar su Corazón, ese Divino Hogar de la Madre, y no permitir a esa fuerza
primitiva, cercana al comportamiento animal, que sea la dominante de su personalidad.
Pues es ésta y no otra nuestra responsabilidad como seres con conciencia y
consciencia. Alcanzaremos la resonancia con el proceso cósmico que se ha
producido y que ha representado la muerte definitiva de este aspecto mental
inferior.
Es por tanto, una
gran oportunidad para todos nosotros y para la Conciencia Colectiva Humana de
la que formamos parte, expresar otra forma de Vida superior que nos acerque a
la Divina Luz de la Morada.
(pausa)
Comenzamos…
Nos colocamos en
nuestro espacio sagrado…
Cerramos los ojos…
Relajamos el cuerpo,
comenzando por las extremidades, tronco y cabeza…
Nos conectamos con
nuestro ritmo de respiración y con nuestro Corazón Sagrado…
Sentimos como
nuestra esfera de conciencia, penetra dentro del Corazón, abriéndose paso
lentamente…
Solicitamos la
presencia de nuestro Séquito de Luz y visualizamos como nos acompañan estos
magníficos seres en este precioso y mágico viaje…
Un increíble y
poderoso haz de luz aparece proyectado desde lo más elevado de nuestro Ser y se
instala asimismo en nuestro corazón. Es la voluntad de nuestro Ser Superior.
Continuamos conectados al ritmo de
nuestra respiración…
Ponemos toda la intención en relajar
todos los músculos del cuerpo…
Y entrar en un estado de total relajación…
Seguimos respirando…
Concentrados y en silencio…
Para alcanzar un estado de meditación
profunda….
(pausa)
Nuestro Ser Superior se coloca ante
nosotros. Nos sonríe y muestra la gratitud que su Corazón siente ante el
evento.
Concentramos toda nuestra atención en
nuestra mente inferior, es decir en nuestro hemisferio izquierdo, el que nos
conecta con la lógica y la razón. Sentimos esta fuerza racional y la
visualizamos.
Un anciano aparece ante nosotros, se
trata del aspecto de la mente más sabio y experimentado.
Le solicitamos que nuestro aspecto
instintivo arcaico de la mente que no ha querido evolucionar y que representa,
su propia polaridad, se manifieste ante nosotros.
Aparecerá un ser con aspecto seco, frío,
arisco, distante, altivo…
Le observaremos y le transmitiremos la
intención de nuestro Corazón, que no es otra que la de dejarlo morir
definitivamente, debido a que este aspecto no tiene capacidad de
transformación, pues es tan arrogante y vanidoso, que se cree perfecto y no
podría soportar reconocer su propia imperfección.
Solicitamos ahora la presencia de
nuestro aspecto femenino.
Aparecerá ante nosotros, la
manifestación interior, reflejo de este género de nuestro Ser.
Ahora el Anciano, quiere que Ella, esté
presente, pues ha sido la gran víctima de esa fuerza desaprensiva y
dictatorial.
Ella, gracias a su gran Corazón, es
capaz de mirarle a los ojos sin ningún tipo de juicio y sin otra emoción que no
sea la de pura Compasión.
El Anciano, se acerca a Ella y en un
precioso gesto de humildad, le pide perdón por el dolor y el sufrimiento
causado.
La redención de la mente al Corazón,
emite un estallido cuántico de Amor, de tal calibre, que no es soportado por
esa mente instintiva, que siente como ha perdido su lugar y con ello todo su
poder.
Unas preciosas llamas blancas, comienzan
a rodearle, mientras ese fuego denostador, elimina todo rastro, Ella, se siente
con la capacidad de ocupar, por fin su lugar.
Conectados con la humildad de la mente,
disfrutamos del momento…
(pausa)
Observamos como el
Anciano sostiene la mano de Ella entre las suyas, por su rostro resbalan
lágrimas de alegría, pues sabe que la redención que se acaba de producir tendrá
importantes consecuencias en todo el Cosmos.
Sentimos como
nuestro aspecto femenino, se siente por fin liberado, es tan fuerte ese
sentimiento que ahora, en armonía con nuestra mente, también en equilibrio,
somos capaces de emitir la Luz más bella jamás imaginada.
Este estado de Amor
y de Entrega de Él a Ella y de Ella a Él, lo transmitimos a toda la Conciencia
Colectiva Humana, así como a todos los reinos y planos de nuestro planeta, para
que todo los seres vivos en ella, puedan a su ver sentirlo.
(pausa)
Ahora, situados en
ese lugar sagrado de nuestro Corazón, vamos a visualizar las consecuencias de
esta iniciación. El planeta vibra ante nosotros, nos podemos acercar y recorrer
cualquier punto del mismo, mientras lo hacemos, lo primero que sentimos es como
a las mujeres musulmanas se les caen los burcas, los velos y cualquier elemento
que mantuviera secuestradas sus grandes almas. Las mujeres orientales, se
levantan, para dejar de ir arrodilladas ante el falso poder de esa mente.
Desaparece cualquier comportamiento sometiente, como la ablación y la
violación. La mujer occidental recupera su lugar en la sociedad y por supuesto
en su hogar, dejando de imitar esa forma ancestral de poder, dejando de
sentirse discriminada, infravalorada e incluso rechaza sólo por ser mujer. Las
religiones, ofrecen su lugar a ellas, ahora podrán contribuir con su Espíritu
en todos los tipos de iglesias. Los feudos y los reinados, en los que la
economía representaba a la fuente de todo sustento, pasan a ser simples y meras
circunstancias sociales, que son suplantadas por otra forma de alimento, que no
es otra que la verdadera nutrición, esa que sólo la Madre, es capaz de entregar
de forma incondicional y que es la mayor expresión del más inmenso y puro Amor.
(pausa)
Gracias a esta
esencial transformación, el Planeta comienza a vibrar a tan elevada frecuencia,
que la Luz y el Sonido es para todos revelado. Por fin el Alma de la Humanidad
y de toda expresión de Vida, ocupa su Hogar…
Sentimos así mismo,
como nuestro propio aspecto de género femenino, ha crecido. Ahora sabe que
puede intervenir en la evolución del Ser y eso es lo que va a hacer…
Damos las gracias a
nuestro Ser Superior mirándole a los ojos y sintiendo la gratitud más intensa
jamás sentida…
Respiramos
profundamente, al tiempo que nos hacemos conscientes de la importante
transformación que acabamos de realizar…
Permanecemos por
unos instantes conectados a esta gran paz que se ha instalado en nuestro Ser…
Visualizamos a la
Mente y al Corazón entregados…
Disfrutamos del
momento…
(pausa)
Integrados en el Ser,
es el momento de regresar a nuestro cuerpo…
Sentimos Nuestro
nuevo Corazón Sagrado y desde ahí vamos volviendo…
Poco a poco…
Sentimos las
extremidades…
El tronco y la
cabeza…
Nos conectamos
también con la Tierra…
Y lentamente vamos
abriendo los ojos…
TEMPLE INANNA
www.templeinanna.blogspot.com